domingo, 19 de abril de 2015

Microrrelato nº1

El sol aún brillaba en el cielo. Aquel ímprobo trabajo contaba con pequeños detalles que no deseaba reproducir esa tarde,  así que dejé el taller y me dirigí a una cafetería cercana. Por el camino me crucé con el correveidile más famoso de la ciudad, pero esta vez no se acercó a mí, sino a una pareja de ancianos que descansaba en un banco de la plaza. Su intento por embaucarlos fue fallido.

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